Mi nombre es José Luis Atencio, ingresé en mayo de 2017 a la Unidad de Pacientes
Obesos (UPO) del Hospital Enrique Vera Barros con 106,400Kg viendo desmejorar mi
salud;
con los valores altos de triglicéridos, colesterol sumado a mi diagnóstico de diabetes.
Recuerdo que a las 14hs me esperaba el Dr. Gonzalo Calvo.Tenía mucha expectativa por
bajar de peso, por mis hijos y mi hermanos que me pedían que baje de peso. Gracias a un
colega llamado Gustavo Arias que había bajado mucho de peso que me dio el teléfono de la
UPO, pedí un turno. Llegué un martes 23 de mayo; no todo es casual, ese día coincide con
el cumpleaños de mi hija, quien me hizo papá por primera vez. Recuerdo que ese día comí
milanesas a la napolitana porque me encantan, sabía que lo que se venía era una dieta
estricta.
Así es como fui bajando de peso, más de 28 kilos. Después de cada almuerzo y
cada cena me daba mucho sueño, no tenía actividad física, me agitaba cuando subía
escaleras, cuando estaba trabajando en la radio y hacía una nota se notaba una mala
respiración. Dije: “esta es la oportunidad”. Antes no andaba en bicicleta, ahora hago 35km
en bicicleta, antes no caminaba 2 cuadras ahora hago caminatas de 40, 50 hasta de una
hora, hago gimnasia… es otra vida, sinceramente es otra vida y por eso estoy
profundamente agradecido con todo el equipo de profesionales. Estoy profundamente
agradecido con Gustavo, con la UPO, agradecido con el Hospital y el Ministerio de Salud
que nos posibilitó darnos esta chance de mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud.
Gustavo fue mi ángel en la tierra y ahora lo es desde el cielo,el me habló de la UPO y me
alentó a que me animara a ir, que me cambiaría la vida y así fue.Desde alguna nube o
estrella Gus nos acompaña a ese grupo de 15 personas que nos animamos a enfrentar a la
obesidad.
Todo lo hice por mis 4 hijos; por Jesica Anabela, María Micaela, Araceli Anahí y Enzo
German. Cuando comencé este proceso de combatir la obesidad estaba mi nieta Delfina
que en ese momento tenía 3 años y hace 2 meses nació Amadeo. Así que estas son mis 4
razones para esforzarme, a las que se suman mis amados nietos.